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| Mar interior / BiC sobre paper / 13,5x13,5 cm / 2025 |
Juan Tormo
La calma siempre es aparente. En cualquier caso esa calma es la que precede a toda tempestad.
Desde un mar abierto, el velero busca tierra firme, como si el suelo significara llegar a un destino amable.
Pero a veces la orilla se transforma en tablero de estrategias, en fracaso de esperanzas, en un lugar donde la brújula pierde el norte.
Desorientados sin magnetismo, seguir flotando en un pequeño mundo cerrado nos parece haber llegado a buen puerto.
Pero llamar a esa paralización de los vientos, a esa inacción, haber alcanzado la paz, es tan miserable como reprimir los deseos.
Sólo por eso, porque jamás se llegarán a silenciar los sueños, hasta en la taza más pequeña se esconde un océano siempre listo para desbordarse como lo hacen los pantanos que buscan expresar su insoportable contención.
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