Ja no s'escriuen cartes com les d'abans (V) / acrílic sobre tela / 30x21,5 cm / 2023 |
«El sobre rasgado, la carta de nuevo entre mis manos y como en aquel martes tan triste, también hoy procuro retrasar el momento de enfrentarme a su lectura. Supe, de pronto, que después de leerla todo iba a cambiar.
Lo recuerdo perfectamente. Casi a vuelta de correo, yo le estaba contestando cuando recibí la noticia de su muerte repentina. Su gran corazón no resistió tanta presión.
Xátiva, a 5 de noviembre de 1946
Mi querido Tomás, siento muy cerca tu inmenso dolor.
Sé que el mío todavía está contenido, pues se muestra incrédulo ante tanta estupidez. Me produce hastío, pero también mucha rabia ver a personajes tan miserables utilizando el sufrimiento humano para alimentar su ridículo poder. Éstos que, además del lenguaje, utilizan la sotana y sus símbolos para perpetrar el engaño, humillando a los más indefensos, son los peores.
Pero Tomás, no te preocupes más de la cuenta. Vamos a estar juntos y encontraremos la solución. No son éstos, momentos para la flaqueza, las dudas o, mucho peor, las culpas. Nuestro amor es tan puro que merece existir.
Te amo.
Adela.
Valencia, a 30 de octubre de 1946
Mi estimada Adela, desearía no haber tenido que escribirte nunca esta carta. No mereces sufrir, ni por un instante, más de lo que ya lo has hecho a lo largo de tu vida, pero desconcertado por los últimos acontecimientos, no sé cómo podría evitarlo. Ahora soy yo quien necesitaría tus sabios consejos.
Hemos hablado mucho este último año. Afortunadamente lo hemos podido hacer ya cara a cara, sin la excusa de la confesión por medio.
Desde que te conocí en la Iglesia me pareciste una mujer excepcional. Sin embargo, mis expectativas y mi vocación estaban claramente determinadas. Me fui enamorando de ti sin ser consciente de ello. Tus confidencias me mostraron desde el principio a una mujer inteligente, reflexiva, ecuánime, sensible y, obviamente, también con una manifiesta belleza y elegancia. No fue tan extraño que fueras despertando ese sentimiento de amor que transcendía lo espiritual y que, aun siendo desconocido para mí, yo descubría como lo más puro e intenso que jamás había sentido.
Me sentía cerca de Dios, pero enamorado de ti o, mejor dicho, me sentía mucho más cerca de Dios porque sentía este amor humano como lo más divino. He vivido estos últimos meses sin encontrar una solución pacífica que nos evitara el conflicto, un lugar donde las leyes de los hombres no contradijeran la más excelsa ley divina.
Conocer tus sentimientos me llenó de alegría y de valor para manifestar nuestras intenciones. Estaba dispuesto a considerar la necesidad de respetar un tiempo para que el Arzobispado con sus propias cadencias ofreciera una salida digna para los dos.
Pero todo se ha precipitado. Jamás imaginé que mi propia hermana me denunciara ante las autoridades eclesiásticas. Ahora, en un intento de acallar posibles habladurías y dar ejemplaridad, amenazan con denunciarme ante las autoridades civiles. Son tiempos en los que se impone una represión de las libertades, pero sobre todo de las ideas y sentimientos. No aceptan que nadie se salga del camino y todo movimiento se interpreta como amenaza. Siempre ha sido así y que ahora yo abandone el sacerdocio para casarme contigo, les hace temer que se haga explícito esto que es un secreto a voces en tantas otras parroquias.
En nombre de la verdad y el amor se alimenta la farsa y el odio. Mi hermana, con su sorprendente malicia delatora, se comportó como una egoísta, yo como un ingenuo.
Te quiero profundamente.
Tomás».
[Aquesta Profesión de fe pertany al recull de textos CON SECUENCIAS, de Juan Tormo.
A manera de breus sessions fotogràfiques desfilen per aquesta galeria personatges que davant l'espill despullen la seua ànima.
L'autor tracta de captar en les seues mirades les actituds, els gestos i les emocions que ens mostren un paisatge en el qual es reflecteixen també els nostres somnis i la nostra memòria].
1 comentari:
A veure si les "sotanes"prenen nota. Conec un cas semblant però amb resultat feliç
Publica un comentari a l'entrada